Click en la imagen para ampliarlaCartón por Saul Escobedo. 2007.
Inspirado en una revista dedicada al mundo de la industria que florece alrededor de las quinceañeras y las novias, que curiosamente se llama Quinceañeras y Novias, en la que he participado como diseñador gráfico, me aventé a dibujar esta serie de cartones estelarizados por X y V.X (Ximena) y V (Vero) son dos chavas eternas catorceañeras que se la pasan soñando en su próximo festejo de quinceaños. Los pormenores de la celebración son minuciosamente planeados por estas exigentes adolescentes, la lista de invitados, la limo, la fuente de chocolate, la lista de canciones del DJ, el salón donde será la celebración, cuál corte de vestido está más in, si el sacerdote en la iglesia deba ser jóven y guapo o tipo abuelito bonachón, etc.
La revista Quinceañeras y Novias fue ideada por el diseñador gráfico y fotógrafo mexicano Rafael Aguayo en Las Vegas, ciudad donde reside. Después de algunos números, ideó un sistema franquicias que se estrenó con la edición Sacramento, a cuya inauguración fuimos invitados y hasta hicimos un reportaje para Corre la Voz.
Gracias a la inusual calidad de la revista (inusual dado el nivel que se observa en publicaciones en español en esta parte del planeta), ésta ha atraído a más inversionistas que quieren su parte en este rico pastel. El impresionante crecimiento de Quinceañeras y Novias ha sumado a la lista de ediciones los nombres de importantes ciudades, incluída Mc Allen, Texas, allá cerquita de mi terruño y testigo de lejanos fines de semana lloriqueando a mis papás por juguetes en el Mol, mucho antes del Tratado de Libre Comercio, cuando los Snickers, Reeses Pieces y Chee-tos gigantes eran una delicia exótica, más que una pesadilla sanitaria disponible en cualquier OXXO y Super 7 (perdón, Sebenileven).
Hace poco también fuimos a la inauguración de la Edición Bay Area de Quinceañeras y Novias.
Sí, sí, Araceli volvió a cantar con el mariachi y la misma canción, pero fue a petición popular.
Además la canción Si nos dejan se ha convertido en una especie de símbolo para el fenómeno que representa Quinceañeras y Novias, pues en su letra se retrata un amor que florece en condiciones adversas y que le llega a los integrantes de nuestro soñador pueblo, para quienes es totalmente factible hacer de las nubes terciopelo.
Para quien lee esto desde México o cualquier país de latinoamérica y no tiene un conocimiento de la llamada comunidad hispana en E.U.A., todo esto puede ser trivial y no tan apreciable.
Pero estando aquí sé lo que significa leventar un proyecto como éste, en un ambiente sin tradición editorial, con jóvenes cada vez menos interesados en saber español, la legendaria lucha entre hispanos del 'si no subo yo, te tumbo a ti', la terrible crisis económica que vive este país y la que deberíamos llamar La Guerra del Bravo, con las absurdas medidas antiinmigrantes puestas en vigor.
Con todo esto, Rafa Aguayo y su revista experimentan un ya legendario crecimiento en la industria editorial, el cual deseo que se expanda y se refleje en más diversos y mejores productos para este descuidado segmento del mercado, acostumbrado ya a horripilantes publicaciones llenas de errores ortográficos, sintácticos y contenidos abominables. De veras, quienes no viven aquí no lo creerían.
¿A dónde irá todo esto? no lo se. No sé qué vaya a pasar con el Engish Only, ni si los hispanos acá se americanicen (cualquier cosa que ello signifique).
Lo que sí se es lo que quiero. Y quiero seguir produciendo contenidos en español, que es el idioma que hablan mis papás y hablaban mis abuelitos y la mayoría de mis amigos (y mis amigos que no lo hablan, ya lo están aprendiendo).
Además, como buen mexicano, me gusta el género de la telenovela, pero como está duro el acceso a la tele tradicional, vamos a comenzar produciendo una webnovela, en la que contaremos las peripecias de X y V en carne y hueso (o en pixeles y megabytes).
Había una vez, una muchacha que quería celebrar su quinceaños, pero ¿qué creen?
¿No es un concepto novedoso y revolucionario? Pues no, pero éstos personajes tienen mucho qué aportar al género, y más sin las limitaciones de la TV de siempre.
El casting está abierto, necesitamos catorceañeras (ya saben, con la flexibilidad de siempre, ¿recuerdan a la 'quinceañera' Adela Noriega?, pero nomás que ahora sí dé el gatazo), una mamá, un papá, uno o dos hermanitos latosos, un galán muy acá chubidubi, y un(a) abuelito(a) así que se vea muy gruñón y detestable pero que al final nos demos cuenta de que tiene un gran corazón. Claro, no puede faltar un perro que habla (JAJAJAJAJA!!!) y una tía malvada, medio bruja.
En fin, se trata de impulsar a los nuevos valores, je, je.
¿Quién dijo yo?
Click en la imagen para ampliarlaCartón por Saul Escobedo. 2007.
