De acuerdo a la información de Proceso del día de hoy, "El secretario de Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano Alarcón, calificó de “absurda” la campaña promovida por el monero Eduardo del Río, Rius, denominada ¡Basta de sangre!".
El señor Eduardo del Río, monero y maestro que ha educado con su obra a varias generaciones, y cuyas publicaciones son más efectivas para ilustrar temáticas históricas y de actualidad, científicas y sociales que muchos libros de texto formales, es atacado por un personaje gris y cuestionable del régimen que nos gobierna desde el 2000.
El simpático señor Lozano argumenta que debemos apoyar a Calderón sin cuestionarlo, y da por hecho que el gobierno federal del cual forma parte, hace todo de forma correcta y de buena voluntad.
Aunque no estoy del todo de acuerdo con el planteamiento gráfico de la citada campaña "No más sangre", comparto más el punto de vista de don Rius y y la gente que lo apoya que el de Lozano, Calderón y todo el gabinete, conformados por personajes lejanos y cada vez más, en la medida que los rodean capas crecientes de guaruras que los arropan contra sus enemigos.
De Lozano nadie se va a acordar en 20 años, en cambio los libros de Rius se seguirán leyendo y serán un referente de este pedazo de historia que nos ha tocado.
Y tan lejanos están estos políticos de sus gobernados que hablan como si los ciudadanos confiáramos en sus policías y soldados. O ¿cómo se siente el ciudadano común cuando ve pasar convoyes de tipos uniformados armados y con la cara cubierta? A mí en lo personal no me transmiten la sensación más seguridad, por decir lo menos.
Tan pobre es la credibilidad y el aporte a la nación de estos seres sexenales como Lozano, que sus comentarios personales son de poco o nulo interés. Pero cuando se meten con un personaje de la talla del maestro Rius, comienza el verdadero absurdo.