Dibujo a línea con marcador. 1988 Saúl Escobedo.
Desde el momento en que internet sigue siendo una herramienta elitista y ya el sólo hecho de utilizarlo implica el estar en un lugar con las condiciones mínimas para operar una computadora (no podemos chatear, leer blogs o recibir emails en medio de una tormenta al mismo tiempo que buscamos dónde guarecernos, por ejemplo), entiendo que este mensaje no le va a llegar a nuestros hermanos más necesitados y/o desesperados.
Pero todos cargamos con nuestras broncas, y entonces de algo servirá este abrazo que envío a todo el que lea este blog. Que por accidente o por curiosidad llegó a leer estas líneas. Aunque muy probablemente no te conozco en persona, desde aquí te invito a renovar tu fe. A que recuerdes que si todavía estamos aquí vivos debe ser por alguna razón, y que el hecho único de buscar esa razón puede ser tan divertido como para covertirse en esa razón.
La eterna búsqueda.
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